La música me ha fascinado desde muy pequeño, nunca supe el porqué. Resulta absurdo creer en el determinismo, pero muchos años después descubrí que ha habido músicos profesionales en las dos ramas de mi familia. Por parte de mi padre, mi tía abuela Chabuca Granda (prima hermana de mi abuelo) es la cantante peruana más famosa de la historia. Han pasado casi 50 años desde que se fue y sus canciones se siguen escuchando. Hoy mismo, sin ir más lejos, en First Dates. Me fascina que su recuerdo perdure, que acabe de aparecer un billete con su cara, que mi apellido salga en un billete de curso legal.
Por parte de mi madre, mi bisabuelo Manuel Revilla fue director de la banda municipal de Madrid hace más de un siglo. No queda constancia de él en internet, pero leyendo un libro sobre el maestro Guerrero que anduvo toda la vida por casa, descubrí que amenizaba los previos de las corridas de toros de la plaza de toros de Goya, dando la oportunidad a jóvenes compositores que, años después, se consagraron y se lo agradecieron. Lo que me parece fascinante (y digno de una casualidad que debería aparecer en un libro de Paul Auster) es que, tras derribar la plaza para construir la de las Ventas, se erigió en el solar el Palacio de los Deportes. Y exactamente allí vi mi primer concierto en directo, en 1987: presentación del Telecupón, con actuaciones de Serafín Zubiri y La Orquesta Mondragón. 50 pesetas la entrada, junto a una lata de refresco, que muchos espectadores lanzaron a los presentadores de la gala, Lidia Bosch y Toni Cantó.
Pensaba en todo esto estos días, porque he vuelto a soñar con música. Me maravilla recordar las canciones que, de algún modo, se quedan en mi mente y surgen en los sueños. Y, sobre todo, acordarme de ellas al despertar. Paul McCartney dice que soñó Yesterday y que pensaba que era un plagio, que una canción tan maravillosa no podía nacer así. Me hubiera gustado verle el otro día, pero no quise pagar 200 euros. Preferí quedarme en el recuerdo de haberle visto, cómo no, en el Palacio de los Deportes. El gran Álex Serrano me entrevistó sobre el tema en El Periódico de España: https://www.epe.es/es/cultura/20241208/esperar-conciertos-paul-mccartney-madrid-112412816
Sueño con artistas que admiro o he admirado. El otro día tuve un sueño extraño sobre un concierto de Steve Wynn, con músicos punk que se golpeaban entre ellos. Aunque lo más habitual es soñar con conciertos: hace una semana, con Dylan tocando Like a rolling stone. O con Springsteen tocando Thunder Road hace cuatro o cinco días. Hace un par de meses, Nirvana y Lake of fire. Y los Ramones, Lloyd Cole, los Stones, Sinatra... En la cuota española, alguna vez El último de la fila. Y, sobre todo, 091, mi grupo favorito: una vez soñé con la última canción de su último disco, se llama Cómo acaban los sueños. Recordarla me pareció digno de un relato de Borges.
Precisamente este fin de semana he ido a Granada a un concierto de José Ignacio Lapido, guitarrista y compositor de 091. Conmemoraba 25 años de carrera en solitario y lo celebró con una actuación apabullante, inolvidable para toda la gente que asistimos, muchos ya grandes amigos. Ojalá se haya grabado en disco y tengamos un recuerdo inolvidable de esa noche. Como previo, me di un paseo por Bora Bora y Marcapasos, dos de las mejores tiendas de discos que conozco. Me faltó Subterránea. Me traje cds de Nick Drake, Nick Cave (qué pena no haberle podido ver hace unas semanas), Scott Walker, Michael Kiwanuka, un directo de Los Enemigos -al que tuve la suerte de asistir-, St Vincent (ojalá la pueda ver en directo alguna vez, ojalá haberla visto con David Byrne) y Spiritualized, de los que recuerdo un concierto apoteósico en el Festival de Benicassim mientras les escucho escribiendo esto.
Anoche volví a soñar con un concierto, era de Los Hermanos Dalton, otro de mis grupos de cabecera. Me acerqué a la boca del escenario, los músicos contaron uno, dos y tres y, cuando iba a empezar a sonar la música, la sintonía del despertador me impidió saber qué canción era. ¿Quizá Los latidos de siempre?
No hay comentarios:
Publicar un comentario