Bochorno eurovisivo

Fiel a mi masoquismo, me tragué anoche la gala de selección de candidatos a Eurovisión, uno de los espectáculos más delirantes año tras año. Los motivos, muchos, podrían reunirse así:

1: La presentadora, Alaska, esa señora tan moderna desde hace tantos años y que protagoniza semana tras semana otro momento delirante: el repaso que hace junto a Federico Jiménez Losantos y otras momias de las revistas del corazón

2: el jurado: volvieron a sacar, como si fuera el Cid Campeador, a Uribarri. Muy graciosa Mariola Orellana diciendo que había que elegir 'una cansión mu epañola, porque aquí hay musho arte'. Toni Garrido, con cara de decir quién coño me ha obligado a estar aquí. Un Canut de relleno y 'el quinto elemento'

3: los invitados: Tequila, saliendo del formol, en playback y teniendo que 'improvisar' Salta para rellenar el tiempo en que tardaban en amañar -perdón, contabilizar- los sms.

4: el presentador de apoyo, el macizo de las motos, que se equivocaba al leer las palabras clave de los sms (¿posible impugnación?)

5: el escenario. Al menos dos personas se cayeron. No está mal el porcentaje

6: la calidad musical. Bueno, mejor no hablar. Ganó Melody (el baile del gorila, uh,uh)

7: el sonido. Pésimo toda la noche, falló en la actuación de Melody y tuvo que volver a empezar con un micro de mano. Que estas cosas pasen en 2009, con las millonadas que cuestan estos eventos me parece inaudito (o no, véase que todo el escándalo del PP viene por contratar con empresas estos actos)

8: la duración de la gala. Acabó pasadas las dos de la mañana. Poco más que decir

9: el escenario. Tengo que decir que es de lo único que me gustó, con pantallas que mostraban símbolos de colores muy chulos. Tb los videos de presentación de los candidatos, con insertos de pelis me hicieron gracia

10: valoración global. Es una pena que Massiel esté en exclusiva en Antena 3, porque lo único que faltó respecto al año pasado fueron ella, su botella de whisky, Paula Vázquez con la voz rota y cuatro finalistas cantando una y otra vez las mismas canciones, hasta el infinito. Mundial.